Etapa III del cáncer pulmonar (Etapa 3)


Cerca del 30% de los pacientes de CPCNP son diagnosticados cuando están en la etapa III. La perspectiva para estos pacientes es más positiva que para los que son diagnosticados en una etapa más avanzada. Los doctores tienen más opciones, y la ausencia de metástasis (extensión) a las otras partes del cuerpo significa que hay una oportunidad para confinar el cáncer a una sección de la anatomía. Sin embargo, el cáncer tanto de la etapa IIIA y la etapa IIIB se ha extendido a los ganglios linfáticos y generalmente ha tomado una buena porción del volumen de los tejidos pulmonares, así que la situación es muy seria y el tratamiento tiene un porcentaje promedio de éxito relativamente bajo.

En la etapa IIIA, el tumor se ha extendido a los ganglios linfáticos en el área de la tráquea afuera del pulmón, que puede incluir el diafragma y las paredes del pecho, en el mismo lado del cuerpo donde el cáncer se originó.

En la etapa IIIB, el cáncer se ha extendido a los ganglios linfáticos en el cuello o hacia el pulmón contrario a su origen.

Todas las formas y etapas del cáncer pulmonar son establecidas en un diagnóstico definitivo a través de una biopsia. Esto implica que el doctor inserte una aguja en el pecho y retire una muestra de tejido. El tejido es examinado en un microscopio para verificar la presencia de células cancerígenas. La citología de esputo es a veces empleada en sospechas de casos de cáncer pulmonar. Se analiza el material tosido por el paciente para detectar la presencia de cáncer. Esta prueba es menos definitiva que una biopsia.

El diagnóstico del cáncer pulmonar casi siempre incluye investigación para descubrir si el cáncer ha hecho metástasis. La metástasis significa que el cáncer se ha extendido hacia afuera del órgano donde se originó. La mayoría de los tipos de cáncer pueden hacer metástasis. Aún así el cáncer se denomina según el órgano de origen. Así que si el cáncer empieza en el pulmón es llamado cáncer pulmonar (cáncer pulmonar metástasico) si se extiende y otras partes del cuerpo se vuelven cancerosas. Los lugares más comunes para que el cáncer de pulmón se extienda son el hígado, los huesos y el cerebro.

La TC de la cabeza puede revelar si el cáncer se ha extendido al cerebro. Los escaneos de TC del abdomen pueden revelar la extensión del cáncer hacia el hígado y las glándulas suprarrenales. Un centellograma es una imagen del hueso generada inyectando material radiactivo en el torrente sanguíneo y permitiendo que el indicador se adhiera preferencialmente a las células malignas. Varias horas después de la inyección, se realiza una lectura de escáner de radiactividad proveniente de los huesos y un algoritmo computarizado compone una imagen para revelar la presencia del cáncer.

Las pruebas de funciones pulmonares son otra serie de procedimientos médicos diagnósticos para muchos pacientes y muchas enfermedades. Frecuentemente son administrados a pacientes con cáncer pulmonar y pueden proporcionar algo de información sobre cuánta capacidad del pulmonar queda. Los doctores incorporarán esto en su planificación para el tratamiento.

Las pruebas de sangre y la orina son muy comunes en la medicina moderna y también existen pruebas específicas que pueden ser empleadas para examinar la extensión del cáncer pulmonar.

Los epidemiólogos han determinado que la tasa de supervivencia de 5 años cuando los pacientes son diagnosticados con la etapa IIIA es de 23%. Cuando el cáncer está diagnosticado en la etapa IIIB en, la tasa de supervivencia es de 10%

Tratamiento

Las opciones de tratamiento incluyen cirugía, radiación y quimioterapia. El tratamiento de multimodalidad (más de un tipo de tratamiento) son comunes en tratamientos de la etapa III. El equipo oncológico determina el tratamiento apropiado dado a un paciente basado en muchos factores. La edad del paciente y la salud en general son importantes en la determinación de elegibilidad para una cirugía. Hay muchas medicinas para quimioterapia y regímenes de combinación disponibles y más que están en desarrollo.

El tratamiento para las etapas 2 y 4 son mas sencillos. La etapa III requiere el mayor discernimiento del equipo médico porque hay menos consenso sobre qué curso de acción tomar. El Instituto Nacional del Cáncer recomienda ensayos clínicos para pacientes de la etapa III, la idea es que los pacientes la etapa IV solo deberían ser tratados con cuidados paliativos mientras que los pacientes de la etapa 2 tiene una buena probabilidad de supervivencia con los métodos de tratamiento actualmente aprobados, mientras que los pacientes de la etapa III probablemente no se recuperen con tratamientos convencionales pero aún tienen una oportunidad aceptable de beneficiarse de tratamientos potencialmente curativos.

Tratamiento para el cáncer pulmonar